"Lo ideal ya sería que la gente que se somete a este tratamiento tuviera relaciones con gente de otros países", asegura Fernández-Lasquet, diciendo que la idea es un ejercicio "claramente expansionista". El consejero ha manifestado su intención de regresar a los años de Pajares y Esteso en los que "las Suecas venían a España a robarnos a nuestros maridos".
Oposición a la idea.
No todos los sectores se han visto tan optimistas con la idea como la Comunidad de Madrid. Algunas asociaciones como los metrosexuales más radicales creen que se trata de una "regresión a un país de pelo y pandereta", a lo que el consejero Fernández-Lasquet ha contestado diciendo que no entiende la oposición ya que "donde hay pelo, hay alegría".
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